miércoles, 30 de septiembre de 2020

 LOLA

Hoy mi esposo me envió un mensaje que encontró en un disco duro externo que no recordamos quién lo escribió... Es sobre nuestra perrita Lola, ya tiene 11 años y tiene una hermana que va a cumplir un año y se llama Nera.

De seguro este mensaje lo escribimos cuando conocimos a Lola cuando era una bebé...

“La humanidad en los animales”

- “baff” “baff” “mmmmm” “mmmmm” permiso chicos, “déjenme pasar”, “quiero ver a esas personas”… de seguro eso pensaba Lola quien venía corriendo desde atrás del corral.  Ahí ella tenía dos meses. Estábamos en búsqueda de una mascota que nos alegre la vida. 

Se nos acercaron al corral: un schnauzer, un bulldog y varios cachorros de distintas razas, pero la más pequeña que se abrió paso entre sus amigos (como un fan desesperado por conocer a su artista favorito), fue Lola.

Claro, que ella no sabía que sería parte de mi familia, ni nosotros sabíamos que nos enamoraríamos de ella. Es más, no sabíamos que sería una “ella”, ni tampoco su nombre.

Cuando vimos a la pequeña perra salchicha de color negro y ojitos de capulí, nos pareció la bolita de pelos más dulce y tierna que habíamos visto. Fue un amor a primera vista. Hasta sus amiguitos perrunos en el corral, se dieron cuenta que ella sería nuestra hija canina. Fue como que el mundo era de Lola y de nosotros. La amamos desde que la vimos, y desde que la adoptamos ha sido nuestra consentida.

Corrió hacia nuestros brazos y nos lamió la cara como diciendo “los estaba esperando”…

Salimos del lugar contentos de tener una mascota a quien amar y por supuesto nos pusimos manos a la obra para conseguir comida, un collar y una camita donde pudiera descansar.